Cinco tips para compostar en casa (y no abandonar en el primer intento)

Es muy simple, no atrae cucarachas, roedores ni genera feo olor. Eso sí: requiere constancia. Descubrí cómo hacer para incorporar este hábito saludable para vos y el medio ambiente.

¿Sabías que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se generan 7,5 mil toneladas de residuos por día?  Sin embargo, solo se recuperan cerca de 4,8 mil toneladas diarias.

Ahora bien, ¿qué pasa más allá de CABA? Los argentinos producen 1,5 kilos de residuos urbanos sólidos por día. Si se tiene en cuenta la población actual, la cifra es alarmante: el país desecha una tonelada de basura cada dos segundos, lo que equivale a 16,5 millones de toneladas anuales (algo así como una torre de basura del tamaño del Aconcagua).

Hay mucho por hacer

El 49% de los residuos que se generan en Argentina son orgánicos y podrían volver a la tierra en forma de compost. Este número no solo revela gran parte del ADN de la basura urbana, sino también de una problemática social: el desperdicio de alimentos.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 41% de los desechos de la Ciudad de Buenos Aires son comida. En un país donde la pobreza y la indigencia afectan al 52,5% de la población, se desperdician más de 250 toneladas diarias de comida.

Hacia un país más verde

Si bien los números ayudan a generar conciencia y evaluar el impacto de acciones individuales a nivel macro, no son suficientes: hay que tomar acción.

A los programas de reciclaje de plásticos de un solo uso, latas, cartones y aceite, podemos incorporar hábitos eco-friendly –shampoo sólido, pasta de dientes casera, botellas reutilizables, copitas menstruales, pañales de tela, productos de limpieza orgánicos, entre muchos otros- y compostar.

El compostaje no solo nos conecta con la naturaleza y contribuye con la preservación del medioambiente, sino que además ayuda a reducir casi la mitad del volumen global de basura.

¿En qué consiste el compostaje?

El compostaje es una práctica que permite reducir el impacto ambiental, ya que transforma los residuos orgánicos en sustratos y, en consecuencia, genera menos residuos urbanos.

“El término compostar se refiere, técnicamente, al proceso de transformar residuos orgánicos en compost, una enmienda natural que se obtiene gracias a una degradación biológica con presencia de oxígeno”, explica Damián Rojas, CEO & Founder de Kompost.

Cinco tips para compostar

  1. Colocar la compostera en un lugar con poco sol para que mantenga su humedad natural. Por lo general, se recomienda ubicarlas con orientación hacia el sudoeste.
  2. Mantener siempre un equilibrio entre húmedos y secos.
  3. Agregar lombrices, para que ayuden y aceleren el proceso de descomposición.
  4. Revolver bien el material cada una semana, preferentemente con ayuda de un aireador para llegar a las capas más profundas.
  5. Agregar sólo residuos orgánicos aptos y limitar la cantidad de restos de naranja o cebolla, ya que su acidez perjudica a los microorganismos presentes y acidifica el compost.

La mayoría de los desechos domiciliarios son compostables: cáscaras de frutas y verduras crudas, cáscara de huevo, fósforos usados, pasto y resto de poda, hojas secas, restos de yerba, café o té, aserrín, papel, cartón, pelos y pelusas”, señala Rojas.

Entonces, ¿qué no se puede incluir? “Las comidas elaboradas o condimentadas, carnes, huesos, lácteos, excrementos de animales, productos químicos, harinas y panes, grasas y aceites, colillas de cigarrillo, materiales sintéticos, vidrio, metal ni plástico no se pueden compostar”, advierte el emprendedor y cineasta, autor del corto Basura.

Paso a paso:

  • Elegir una compostera urbana acorde a las necesidades de cada hogar.
  • Realizar una base con material seco.
  • En una esquina, volcar tierra con lombrices (idealmente californianas).
  • Colocar el a material orgánico húmedo.
  • Cubrir todo con una nueva capa fina de material seco.
  • Luego de una semana, y cada vez que se incorpore material húmedo, revolver bien y agregar una capa de material seco.

¿Cuándo saber si el compost está listo?

El proceso de compostaje tarda entre tres y seis meses, dependiendo del volumen. Nos damos cuenta de que ya está listo cuando no podemos identificar los residuos que colocamos en la compostera y todo el material tiene un aspecto homogéneo. El compost tiene color oscuro o negro, similar al café, y el olor se asemeja al de tierra mojada”, comparte Rojas.

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