La neuropsicología infantil desalienta el elogio constante por el impacto que tiene en la vida de los chicos.
Los padres y cuidadores suelen caer en una trampa: elogiar a los niños cada vez que logran algo. Si bien ese comportamiento no es nocivo, a largo plazo puede generar un impacto negativo en los más pequeños.

En supertruco.com, te contamos qué sucede cuando elogias periódicamente a un niño y por qué es importante evitarlo:
- Cuando lo elogias, pones todo el énfasis en el calificativo sobre la acción del niño y eso hace que busque constantemente la aprobación de su entorno. Por ejemplo: “¡Muy bien, mi amor! Te cepillaste los dientes solito. ¡Eres un campeón!”.
- Cuando lo alientas, en cambio, estás reforzando sus capacidades y estás poniendo el foco en que puede hacer las cosas por sí mismo. Por ejemplo: “Te cepillaste los dientes solito, ¡lo lograste”.